Vitaminas como la A, C, D y E son esenciales para fortalecer el sistema inmune, especialmente, en invierno cuando nuestras defensas se ven más expuestas. Valentina Tobar, vocera del Colegio de Nutricionistas, entrega consejos para saber dónde encontrarlas.
La nutrición es un pilar fundamental para el correcto funcionamiento de nuestro organismo y del sistema inmunológico, por lo que la forma en que nos alimentamos se vincula directamente a qué tan protegidos estamos frente a distintas enfermedades. ¿Pueden las propiedades de los alimentos ayudarnos frente a la circulación de virus respiratorios en invierno?Valentina Tobar, vocera del Colegio de Nutricionistas, señala que “lo óptimo es tener una alimentación que nos entregue todas las vitaminas que necesitamos para evitar deficiencias. Y en la época de invierno, donde las defensas se ven más expuestas, las vitaminas más importantes son las que tienen la capacidad de favorecer el sistema inmune”.
La vitamina C tiene propiedades antivirales y favorece nuestras defensas entregándonos una mayor resistencia frente a las infecciones. Ésta, al igual que la vitamina A, tiene propiedades antioxidantes e inmunológicas, que nos protegen contra los patógenos externos.
La vitamina D, en tanto, modula las defensas al fortalecer nuestra respuesta antimicrobiana, lo que permite reducir infecciones virales e inflamatorias. La vitamina E, por último, optimiza y mejora la respuesta inmune, y protege los tejidos del daño oxidativo.
“La vitamina D es un nutriente crítico durante el invierno ya que tenemos una menor exposición a los rayos del sol, que son su principal fuente natural”, indica la experta. Pese a esto, podemos encontrarla en “el huevo y en pescados grasos, ya sea frescos o congelados, como el salmón, el atún, las sardinas y la caballa. Además, ahora ésta se encuentra de forma fortificada por ley en los lácteos y cereales”.
Si bien, existen una serie de suplementos nutricionales, estos sólo se justifican en deficiencias importantes o cuando los requerimientos son muy elevados para lograrlos a través de la alimentación, comenta Tobar. La recomendación es, por tanto, consumir estas vitaminas naturalmente desde los alimentos.
“Una alimentación saludable es equilibrada y variada en nutrientes, y eso es lo que buscamos inculcar a la población, que prioricen mejorar su alimentación en vez de gastar dinero en suplementos que nos dan una solución rápida pero no sostenida en el tiempo”, sostiene.
¿Dónde encontrar estas vitaminas?
El alimento que más contiene vitamina C es el pimentón, sin embargo, también se encuentra en la guayaba, el kiwi, el brócoli, el tomate y en cítricos como la naranja, el limón y el pomelo.
En cuanto a la vitamina A, está principalmente en alimentos de origen animal, como hígado, pollo, huevo, atún, y en menor medida en lácteos. Mientras que en vegetales, ésta se encuentra en verduras de color rojo, amarillo y naranja, como la zanahoria, pimentón, zapallo, entre otras.
Para obtener vitamina E, en tanto, se debe recurrir a los aceites vegetales como el de girasol y de soya, y a los frutos secos, principalmente nueces y semillas de girasol. Pero también es posible encontrar en la palta y hortalizas de hoja verde como espinaca y acelga.